El soñador se detuvo bajo los árboles
Rumiando su amarga melancolía
La muerte trazó con la uña lívida su primera arruga
El crepúsculo orló su frente de iluminado rebelde
El soñador fugitivo se detuvo a meditar
Oyendo una Voz: “condenado estás ¡oh poeta!
Tu alma obscura se iluminará con el Verbo
En tu boca tronará una “voz que clama en el desierto”
Dejarás tu túnica en las zarzas hostíles del camino
Te perseguirán los malos, los perversos y los réprobos
Pero nadie podrá contra ti, porque eres fuerte como el roble
Y harás sonar la trompeta de tu palabra.
Harás vibrar sobre los malvados tu sátira implacable
Harás oir a los perversos tu clamor de lenguas
Harás sentir a los réprobos el filo de tu pluma vengadora
De tal modo que se diga: habla el mar o ruge el viento
Tus dicterios caerán sobre la cabeza del malvado
Harás contra ellos una biblia de odio, con versículos de oro y plata
Porque estás llamado a predicar de pueblo en pueblo
Un evangelio de iracundia sublime, mas de bién y de verdad.
No adorarás a los fuertes que se ensañan con los débiles
Aborrecerás a los débiles que adoran a los fuertes
Aborrecerás a los falsos profetas y apóstoles del mal
Sobre todas las cosas amarás la verdad, la razón y la justicia”
La Voz calló. El poeta solitario lloró su amargura hasta el alba
Se había hecho apóstol, e iba en pos del martirio a la muerte mas crúel
Vió un árbol como una cruz que le reveló el fín de los poetas
De los profetas vagabundos, de los Cristos mansos y humildes.
Y encontró La Verdad....
Rumiando su amarga melancolía
La muerte trazó con la uña lívida su primera arruga

El crepúsculo orló su frente de iluminado rebelde
El soñador fugitivo se detuvo a meditar
Oyendo una Voz: “condenado estás ¡oh poeta!
Tu alma obscura se iluminará con el Verbo
En tu boca tronará una “voz que clama en el desierto”
Dejarás tu túnica en las zarzas hostíles del camino
Te perseguirán los malos, los perversos y los réprobos
Pero nadie podrá contra ti, porque eres fuerte como el roble
Y harás sonar la trompeta de tu palabra.
Harás vibrar sobre los malvados tu sátira implacable
Harás oir a los perversos tu clamor de lenguas
Harás sentir a los réprobos el filo de tu pluma vengadora
De tal modo que se diga: habla el mar o ruge el viento
Tus dicterios caerán sobre la cabeza del malvado
Harás contra ellos una biblia de odio, con versículos de oro y plata
Porque estás llamado a predicar de pueblo en pueblo
Un evangelio de iracundia sublime, mas de bién y de verdad.
No adorarás a los fuertes que se ensañan con los débiles
Aborrecerás a los débiles que adoran a los fuertes
Aborrecerás a los falsos profetas y apóstoles del mal
Sobre todas las cosas amarás la verdad, la razón y la justicia”
La Voz calló. El poeta solitario lloró su amargura hasta el alba
Se había hecho apóstol, e iba en pos del martirio a la muerte mas crúel
Vió un árbol como una cruz que le reveló el fín de los poetas
De los profetas vagabundos, de los Cristos mansos y humildes.
Y encontró La Verdad....
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